Si estás en Villa Carlos Paz, una actividad que no te podés perder es subir a la parte alta utilizando el tradicional complejo de aerosillas. Este complejo es el resultado de la visión de un grupo de personas que formaron una sociedad para llevar a cabo el proyecto, que se inauguró en 1955 después de un año de construcción.

Adquirieron una franja de 6 metros de ancho en el cerro y una superficie en la base para poder construir la infraestructura de la aerosilla, utilizando prácticamente todos los elementos fabricados en Carlos Paz, Córdoba y Buenos Aires.

Así fue como surgió la primera telesilla privada del país y de Sudamérica, con 40 sillas monoplazas. Posteriormente, se construyó la confitería en la parte superior y más servicios en la base.

Con el paso del tiempo, se convirtió en un Complejo Turístico al agregar todos los servicios que puedes disfrutar al subir, como una piscina, locales comerciales, la alfombra mágica y el laberinto de espejos.

Te recomendamos dedicarle tiempo a esta experiencia, ¡realmente vale la pena! Además, no te olvides de tomarte una foto en la aerosilla, un recuerdo tradicional de tu paso por Villa Carlos Paz.

Si estás en Villa Carlos Paz, una actividad que no te podés perder es subir a la parte alta utilizando el tradicional complejo de aerosillas. Este complejo es el resultado de la visión de un grupo de personas que formaron una sociedad para llevar a cabo el proyecto, que se inauguró en 1955 después de un año de construcción.

Adquirieron una franja de 6 metros de ancho en el cerro y una superficie en la base para poder construir la infraestructura de la aerosilla, utilizando prácticamente todos los elementos fabricados en Carlos Paz, Córdoba y Buenos Aires.

Así fue como surgió la primera telesilla privada del país y de Sudamérica, con 40 sillas monoplazas. Posteriormente, se construyó la confitería en la parte superior y más servicios en la base.

Con el paso del tiempo, se convirtió en un Complejo Turístico al agregar todos los servicios que puedes disfrutar al subir, como una piscina, locales comerciales, la alfombra mágica y el laberinto de espejos.

Te recomendamos dedicarle tiempo a esta experiencia, ¡realmente vale la pena! Además, no te olvides de tomarte una foto en la aerosilla, un recuerdo tradicional de tu paso por Villa Carlos Paz.