Vivir la experiencia de bucear con lobos marinos en Puerto Madryn es sin dudas algo único en el mundo. La Reserva Natural de Punta Loma alberga una colonia estable de alrededor de 600 ejemplares de lobos marinos de un pelo, libres y en estado salvaje, que sorprenden por su amigabilidad y curiosidad. 

Tras una navegación de unos veinte minutos, ingresamos al agua para compartir un encuentro inolvidable con estos increíbles mamíferos marinos que, por su propia voluntad, se acercan a interactuar de manera espontánea y juguetona. Esta particularidad solo ocurre aquí gracias a la subespecie presente, a la permanencia de la colonia durante todo el año y a la ausencia de depredadores en la zona.

Lo más fascinante de esta aventura es que no existe ningún tipo de manipulación ni condicionamiento sobre los animales: ellos son quienes deciden los acercamientos, lo que convierte a la experiencia en un recuerdo auténtico y mágico. Para participar es necesario contar con certificación de buceo, aunque quienes no estén certificados pueden sumarse a través del programa “Descubriendo el Buceo”, que incluye una introducción teórica y una práctica previa para garantizar seguridad y confianza antes de la inmersión.

Durante el buceo, siempre acompañados por instructores especializados, tendremos la posibilidad de observarlos en su hábitat natural, en un marco protegido por estrictas normas que aseguran el cuidado del ecosistema. 

La Reserva Provincial Turística de Punta Loma, ubicada a solo 17 km de la ciudad, fue creada en 1967 y es el único apostadero permanente de lobos marinos de un pelo en la región. Allí, las actividades de buceo y snorkeling están reguladas para evitar impactos negativos: solo se permite un máximo de 24 personas en el agua al mismo tiempo y las embarcaciones deben mantenerse dentro de las zonas autorizadas. Todo es monitoreado por guardafaunas, garantizando así que los encuentros se den en forma respetuosa y natural.

Además de los lobos marinos, la reserva es hogar de cormoranes roqueros, gaviotines sudamericanos y otras especies de aves marinas, reptiles y mamíferos que enriquecen aún más el paisaje. Con su belleza natural y el privilegio de poder interactuar con animales en libertad, esta experiencia se convierte en uno de los recuerdos más extraordinarios que un viajero puede llevarse de Puerto Madryn.

Vivir la experiencia de bucear con lobos marinos en Puerto Madryn es sin dudas algo único en el mundo. La Reserva Natural de Punta Loma alberga una colonia estable de alrededor de 600 ejemplares de lobos marinos de un pelo, libres y en estado salvaje, que sorprenden por su amigabilidad y curiosidad. 

Tras una navegación de unos veinte minutos, ingresamos al agua para compartir un encuentro inolvidable con estos increíbles mamíferos marinos que, por su propia voluntad, se acercan a interactuar de manera espontánea y juguetona. Esta particularidad solo ocurre aquí gracias a la subespecie presente, a la permanencia de la colonia durante todo el año y a la ausencia de depredadores en la zona.

Lo más fascinante de esta aventura es que no existe ningún tipo de manipulación ni condicionamiento sobre los animales: ellos son quienes deciden los acercamientos, lo que convierte a la experiencia en un recuerdo auténtico y mágico. Para participar es necesario contar con certificación de buceo, aunque quienes no estén certificados pueden sumarse a través del programa “Descubriendo el Buceo”, que incluye una introducción teórica y una práctica previa para garantizar seguridad y confianza antes de la inmersión.

Durante el buceo, siempre acompañados por instructores especializados, tendremos la posibilidad de observarlos en su hábitat natural, en un marco protegido por estrictas normas que aseguran el cuidado del ecosistema. 

La Reserva Provincial Turística de Punta Loma, ubicada a solo 17 km de la ciudad, fue creada en 1967 y es el único apostadero permanente de lobos marinos de un pelo en la región. Allí, las actividades de buceo y snorkeling están reguladas para evitar impactos negativos: solo se permite un máximo de 24 personas en el agua al mismo tiempo y las embarcaciones deben mantenerse dentro de las zonas autorizadas. Todo es monitoreado por guardafaunas, garantizando así que los encuentros se den en forma respetuosa y natural.

Además de los lobos marinos, la reserva es hogar de cormoranes roqueros, gaviotines sudamericanos y otras especies de aves marinas, reptiles y mamíferos que enriquecen aún más el paisaje. Con su belleza natural y el privilegio de poder interactuar con animales en libertad, esta experiencia se convierte en uno de los recuerdos más extraordinarios que un viajero puede llevarse de Puerto Madryn.